La NFL está actualmente en desacuerdo con muchos de sus jugadores actuales y antiguos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó reprogramar toda la planta de cannabis y varios de sus componentes clave, incluido el CBD, reconociendo de hecho el potencial médico del cáñamo y la marihuana. Y lo que es más importante, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que controla las drogas en el deporte, eliminó el CBD de su lista de sustancias prohibidas en enero de 2018. Varias de las principales ligas deportivas estadounidenses y mundiales siguieron su ejemplo y cambiaron sus políticas sobre el consumo de CBD por parte de atletas profesionales.

La NHL, la MLB y el PGA Tour han flexibilizado sus normativas respecto al uso del CBD como ayuda para la recuperación o como analgésico y antiinflamatorio natural.

Por lo tanto, es bastante irónico que en uno de los deportes estadounidenses más propensos a las lesiones para los jugadores profesionales y aficionados, y el más frecuente para encontrar adicción a los opioides, el CBD no esté al menos disponible como opción alternativa en la NFL. Las lesiones en la NFL a menudo incluyen lesiones de ligamentos de rodilla, lesiones de pie y tobillo, lesiones de hombro, calambres en las espinillas, músculos desgarrados y lesiones en la cabeza.

Sin embargo, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, se ha resistido al uso de cannabis medicinal. En respuesta, en 2017 se presentó una demanda por 1.800 jugadores actuales y antiguos de la NFL contra la liga por violar las leyes federales sobre drogas al fomentar el uso indebido de analgésicos, lo que dio lugar a altas tasas de adicción a los opioides entre los ex jugadores.

Aunque la investigación medicinal está en curso, el CBD parece ofrecer una serie de beneficios para la salud y podría utilizarse como una alternativa no adictiva y no psicoactiva a los opioides.

Afortunadamente para estos actores, soplan vientos de cambio.

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